martes, noviembre 08, 2005

Cambia, todo cambia... ¿pero cambia?

Cambia y todo cambia... me suena familiar esa canción, sin duda es una de las más que he escuchado con toda la onda del Transantiago: micros nuevas, más y mejores servicios, te saludan, etc.; lindo por cierto el servicio, las micros sin rayas (cosa que era imposible con las amarillas), ahora la gente se ve de frente... soy feliz ;)

Pero no todo cambia, aún la gente que usamos este medio de transporte debemos también cambiar, no sólo los operadores deben cambiar, sino que la mentalidad de la gente de tener que esperar y tener paciencia cuando te digan: "este no es paradero". Sí, ahora tenemos que cambiar nuestra forma de ver las cosas, de sentir los asientos, de ver como los minusválidos se pueden ahora llegar al pensar en usar las micros verdes.

Es cierto, todo cambia para mejor, pero la gente ya se acostumbró a "volar" en las amarillas, a viajar en las pisaderas, a sentarse en ellas. Ahora todo cambia, la gente se mira y se ríe de las nuevas micros, sus frenazos, sus "caricias" que nos hace cuando queremos sentarnos. No es sólo un nuevo sistema de cobro, de operación, sino que es otra forma de moverse en Santiago, la cual debemos aprovechar para evitar que en el futuro las amarillas nos mantengan bajo el terror callejero de ir rezando para llegar vivo a la Universidad.

Espero que todo siga marchando bien ;)

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